por Andrei Álvarez
periódico Escambray
El derrame de 15 000 litros de hidrocarburo producido en la terminal
de descargue de vagones cisternas en la Refinería Sergio Soto, de
Cabaiguán, actualmente se encuentra controlado y su causa principal fue
la negligencia laboral.
En declaraciones a Escambray Léster Alemán Hurtado,
director general de la planta cabaiguanense, aseguró: “Hacía más de una
década que no ocurrían situaciones así, por lo menos por esa trampa.
Hubo negligencia del operador que no la aseguró”.
Los dos incidentes de vertimiento, ocurridos los días
8 y 15 de agosto, dejaron escapar 15 000 litros de combustible, de los
que se recuperaron 14 000, según Alemán Hurtado; los restante se los
llevó la crecida del arroyo hacia donde vierte la trampa, producto de
una fuerte lluvia en la localidad.
Autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente
(CITMA) y del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos visitaron la
refinería para evaluar los daños ambientales y, junto a las principales
autoridades de la planta, recorrieron la zona afectada.
“Ese arroyo no es de agua potable, a él se vierten aguas albañales,
pero los campesinos la utilizan para regar los cultivos -señaló el
director de la Sergio Soto-. En algunos lugares existen ligeras trazas,
que mancharon las orillas. Actualmente la trampa trabaja perfectamente y
hoy está vertiendo agua clara al arroyo”.
Según la propia fuente, hasta la fecha no ha habido registro de peces
muertos ni de cultivos afectados, según las informaciones llegadas
hacia la importante industria espirituana por parte del CITMA en la
provincia.
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