miércoles, 9 de octubre de 2013

Venezuela: ¿desabastecimiento de qué?


 
 Compras nerviosas de productos básicos.
por Toby Valderrama y Antonio Aponte
Si nos detenemos a estudiar el desabastecimiento, tenemos que llegar a la siguiente  conclusión: nunca esta sociedad estuvo más abastecida. Veamos.
Antes, la pobreza, es decir, los desabastecidos de todo, llegaba a porcentajes alarmantes, cerca del 80%. No tenían educación, alimentación, seguridad, vivían como en las cavernas, sin el “como”, alguien los llamó nómadas urbanos. Pero la dominación era completa, se justificaba aquella situación despreciando a los pobres, prostituyendo a la dirección de izquierda y reprimiendo con crueldad. La dominación hizo agua el 27 de febrero, se rompió la paz burguesa y la masa salió a la calle en motín, lesionó al gobierno pero no al sistema, arrasó con los inventarios pero no con los capitalistas.
Llegó la Revolución y empezó a abastecer a los humildes. Primero educación, se derrotó al analfabetismo. Pero la hazaña que es un pueblo que supera la prehistoria, esa arma que es saber leer, no se aprovechó para crear conciencia, para transferir cultura, para estudiar el pensamiento revolucionario, para construir sentido del momento histórico.
Simultáneamente, se abasteció de comida, de salud, de vivienda, pero aquello no se aprovechó para formar Conciencia del Deber Social, no se exigió compensación a la sociedad que resolvía, no se organizó a los receptores.
Se abasteció de lo material pero no de lo espiritual que construyera nuevos hombres, nuevas relaciones. Y así, caminando coja, fue desarrollándose la Revolución. Ahora nos hace falta adecuar el camino al Socialismo con la Conciencia del Deber Social que hemos descuidado.
Comencemos por decir, lo más simple: el capitalismo es nuestro enemigo. Continuemos diciendo que cometimos el error de pensar que lo podíamos domar, hacer que fuera humano, y lo que conseguimos fue contaminar al pueblo de su lógica egoísta y que se pusiera, objetivamente, en contra del Socialismo, capaz de poner en juego el futuro por un microsaqueo momentáneo, o de perder el juicio frente a un saquito de harina pan, o de abalanzarse como hienas sobre una oportunidad de conseguir unos dolarcitos.
Comencemos por decir que ese error lo cometimos en aras de la paz, pero ahora comprendimos que, lamentablemente, una clase social dominante no se suicida, no cede sus privilegios, hay que arrancárselos con la violencia, que no se puede construir el Socialismo sino es sobre las cenizas del capitalismo.
Hay que volver a la etapa del 4 de febrero, la nación necesita un "corrientazo", un latigazo que despierte, que haga aflorar la Conciencia del Deber Social. Ese "corrientazo" puede ser, tiene que ser, la autocrítica, el propósito de enmienda, junto a la definición clara del enemigo capitalista que desabastece a la sociedad. Todo esto en el espíritu del Chávez revolucionario, el que aprendió de los golpes de la oligarquía, espíritu que hoy se condensa en el Presidente Maduro.
Este pueblo tiene suficientes reservas morales para dar ese vuelco, para volver al espíritu del Paso de Los Andes, aquel que llevó a Fabricio a las Montañas de la Dignidad.
 Es necesario retomar el rumbo, cambiar, correr los riesgos que eso supone, abandonar la comodidad, la paz engañosa que conduce al cadalso, es necesario rectificar para luchar. ¡Convóquese al pueblo!

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