sábado, 19 de marzo de 2011

19 de marzo: imposible olvidar



por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Este 19 de marzo será recordado por muchos como “el día que pasaron un montón de cosas” y me pregunto si todas serán pura casualidad o si es que sencillamente estamos tan locos en este mundo que asociamos una cosa con otra, otra, otra y otra, por aquello de la globalización de la vida.
Hoy se comenzó una nueva guerra en el planeta y no para matar el hambre sino hombres en Libia; hoy la luna en “plenilunio” estuvo lo más cerca de la Tierra en 18 años; hoy siguieron apareciendo cadáveres de las víctimas del terremoto y tsunami en Japón; hoy Obama llegó a Brasil prometiendo villas y castillas a América Latina y el cambio definitivamente no será posible porque los propios “yumas” no quieren.
Pero más allá de las cosas que pasaron hoy y que no son “pendejadas” —entre comillas porque está escrita como acepción venezolana, no criolla— gracias a los medios de comunicación volvimos, “en vivo”, a vivir lo que significan las bombas cayendo sobre las cabezas de otros seres humanos como nosotros.
¿Hasta donde hemos llegado? ¿Acaso será que Hitler, Mussolini, Franco, regresaron de entre los muertos? Hay un delirio de guerra, bombas, muertos y petróleo en este mundo que nos hace parecer tierra de locos.
Es increíble como nos sentamos frente a la TV y sin remordimientos vemos una lluvia de explosivos destruir un paisaje en el norte de África y nos parece simplemente un videojuego y no la cara del miedo y la muerte solo por el capricho de unos cuantos comem… que se creen dueños de este mundo.
¿Será que el mayor acercamiento de la luna a la tierra, el terremoto y tsunami en las costas de Japón o la simple cercanía del 2012 y la promesa del fin de los tiempos han vuelto locos a los “poderosos”? ¿Acaso vivimos un sálvese quien pueda que la propia ONU nos manda a todos a la guerra y la bendice con su AMÉN?
Ojala pudiera borrar de mi mente días como este, llenos de dolor árabe, de locura occidental, colmado del irracional poder manchado de sangre y petróleo hasta el cuello y quedarme solo con la sonrisa de las tardes cuando recién llegado del trabajo sonrío cuando, entre la bullaranga del solar, escucho a una vecina vociferar: ¡¡¡¡Obamaaaaaaaaa tate tranquilo!!!! ¡¡¡¡Obamaaaaaaaaa no mueldas eso!!!! ¡¡¡¡Obamaaaaaaaaa!!!! Y el muy… perro al fin, solo atina a ladrar una y otra vez.
Pero no, hoy es 19 de marzo “el día que pasaron un montón de cosas” y Obama no es el perro de mi vecina. Imposible olvidar.

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