jueves, 31 de diciembre de 2009
Vaticinio, predicción… La letra del año
Tomado de Cubadebate
El escenario religioso santero continúa iluminándose cada primero de enero. En esta fecha aún no sabemos que orichas gobernarán el 2010. De seguro las reuniones se están preparando. Todo un himno a la creación colectiva. Nada debe echar por tierra la energía simbólica de estos pronósticos del oráculo. No hay en ello nada oscuro. Todo lo contrario. La actividad del hombre, que en definitiva es la que cuenta, es la determinante en la aparición y reaparición de estos augurios. Es el hombre, con su capacidad para interpretar la palabra divina quien otorga orden y unidad al contenido concreto de su vida y de sus actos, se le contrapone activamente y lo regula. Es el momento en que el futuro se presenta ante los individuos en forma de advertencias que actúan de manera inmediata sobre la imaginación y los sentimientos, e inspiran el culto, y más aún, la actuación cotidiana.
En mis largas conversaciones con santeros y babalawos, de las más variadas condiciones y autoridad, he constatado que esta multiplicación infinita de posturas, actitudes, maneras de interpretar los cultos y los ritos, la legitimidad de los patakíes, e incluso, los diferentes contenidos de las letras del año, no quita el sueño al religioso de fila, aunque, con igual fuerza defiendan la idea de que la palabra de Dios es una, válida para todos y con carácter excluyente de otras palabras divergentes. También es cierto que este abanico de apariciones diversas, inquieta a algunos ancianos celosos de la tradición o a otros con cierta tendencia a la introversión teológica.
Estos y otros sucesos contradictorios de las ceremonias de apertura del año, como de las demás ceremonias y rituales religiosos de la santería cubana, tienen como trasfondo y denominador común, lo que hemos dado en llamar el antroposociomorfismo, es decir, la comprensión de las deidades, de sus voluntades, de sus deseos y de sus actos a imagen y semejanza del ser humano, de las relaciones sociales contradictorias entre los hombres. Se atribuye a los dioses las determinaciones humanas y sociales en general, en correspondencia con el principio de la extrapolación de lo conocido a lo desconocido, es decir, de la comprensión de lo desconocido con arreglo a esquemas de pensamiento correspondientes a esferas conocidas de la actividad social.
Desde este punto de vista, nada autoriza a reconocer como más legítima una reflexión teológica respecto de otra, o un ritual con respecto a otro diametralmente opuesto, o una letra del año con respecto a otra, incluso, la más peregrina de ellas; ni por la jerarquía de los ejecutores, ni la edad, ni el número de seguidores que tenga, ni el dudoso criterio de cercanía a la tradición decimonónica africana, ni el de su mayor o menor difusión entre los creyentes. Pues cada experiencia del individuo, del grupo o de la comunidad constituye una singularización, un momento concreto, una forma específica de manifestación del complejo sociocultural que los comprende.
Esta ceremonia tan esperada por la comunidad religiosa a inicio de cada año, en tanto norma y maniobra cada vida en particular, y la de la nación en general, es algo en perpetua creación por parte de los propios religiosos, es la confluencia ideal, objetiva y subjetiva a un tiempo, de los nexos reales y las circunstancias que la hacen posible.
Las normas, las ofrendas y los sacrificios que realizan los hombres para obedecer al oráculo y ajustarse a los augurios y la correspondiente “respuesta” de las deidades es el fuego en el que se recuece la confianza religiosa, la fuente de la cual ésta obtiene su sabia y su poderío moral.
Tomemos conciencia de que las Letras del Año son un prisma a través del cual se percibe y se piensa el mundo y, correspondientemente, una fuerza que moviliza las energías y las actuaciones humanas. Su rica variedad ofrece un amplio abanico de actitudes y valores que son asimilados por los practicantes llamados a convertirse en normas y estándares de conducta, en fuerzas sociales activas. Sería profundamente erróneo, en aras de lograr una falsa coherencia formal, intentar privarle la existencia a uno de estos vaticinios.
El signo, el testigo, el orisha que gobierna, el que acompaña, la bandera, el ebbo, los refranes y las recomendaciones; es lo que hace falta para dar orden y coherencia al año que está a punto de presentarse: el año 52 del triunfo de la Revolución.
martes, 22 de diciembre de 2009
La Habana ya tiene planetario
Un planetario donado a Cuba por el Gobierno de Japón fue inaugurado hoy en el centro histórico de La Habana, en coincidencia con el 400 aniversario de la invención del catalejo por el astrónomo italiano Galileo Galilei.
La nueva instalación permitirá en sólo 45 minutos realizar un imaginario viaje cósmico bajo el brillo de 2.500 estrellas, la presencia del conocido cometa Halley y los principales planetas del universo, para concluir el paseo en el Sol.
El recorrido por los 13.700 millones de años del universo comienza con el denominado fenómeno del Big Bang, que explica su origen, según teorías científicas.
En el acto de apertura, al que asistió el vicepresidente cubano Ricardo Cabrisas, se anunció que el astronauta japonés Koichi Wakata, viajará a Cuba en enero para visitar el planetario, donde impartirá dos conferencias.
La edificación de cuatro plantas está estructurada en un conjunto de salas sobre técnica, estelar y galáctica, del universo, una que representa el paisaje del cosmos y, en un nivel superior, el balcón del sistema solar, que ofrece una visión desde lo alto.
Dispone de telescopios, un proyector que puede captar 6.500 estrellas rodeado por una enorme esfera que representa al Sol, una biblioteca astronómica de gráficos informatizados, un teatro, juegos interactivos y un personal integrado por astrónomos y físicos para operar los equipos.
sábado, 5 de diciembre de 2009
La luchita
por ALINA PERERA Y KALOIAN SANTOS
“¿Cómo anda la Cosa?”, pregunta el cubano y así obra un suceso que se repite infinidad de veces en este país de los saludos, del beso fácil, y del todo quererse saber. La respuesta probable será una expresión que sale disparada entre la sonrisa y el guiño de ojo: “Aquí… en la luchita”.
Esta última frase, a pesar de su brevedad, encierra la elección contumaz de seguir adelante con todas las armas e imaginación disponibles en el día a día.
La Cosa es la situación, el escenario, la suerte colectiva tejida por nosotros mismos y que por eso solo nosotros entendemos del todo. Y la luchita es el trazo de alguna táctica, de empeños que nos mantienen en pie desde que sol se levanta hasta que nos dice adiós.
La luchita -que va tejiendo calladamente la contienda gigante- se da en estampas que pueden discurrir desapercibidas si una lente inquieta y buena no las atrapa. Está en las calles, cerca de los anaqueles de comidas. Va en la jaba, objeto imprescindible de nuestra identidad y por cuenta del cual en el imaginario popular ha quedado grabada la simpática definición según la cual el cuerpo del cubano se divide en cabeza, tronco, extremidades… y jaba.
La luchita es la esperanza tomada a sorbos, como el café mañanero. Es la clave de nuestra fibra dura, y aún así la pronunciamos tiernamente. La luchita no incluye treguas: es una filosofía que destierra miedos y nos endurece mientras nos hace pobladores avispados y tenaces de la Cosa.
lunes, 30 de noviembre de 2009
El Nobel de la Paz 2010 para Fidel, de seguro
Para adherirse a esta petición envíe un correo a fidelnobeldelapaz@gmail.com
Los ciudadanos abajo firmantes, de todos los países del mundo, propician la candidatura del estadista cubano Fidel Castro para Premio Nobel de la Paz 2010, recogiendo proposiciones de movimientos sociales, culturales, universitarios, de derechos humanos, sociales y políticos.
Mientras otros gobernantes, incluso premiados, se dedican a exportar marines y a arrojar misiles y bombas poco inteligentes sobre pueblos arrasados, y en forma concomitante, a saquear sus recursos naturales y humanos, Fidel Castro ha hecho una contribución a un mundo de paz, fletando médicos y ejércitos de “batas blancas”, maestros, educadores, deportistas y artistas.
En cuanto a los intentos imperiales por vaciar el mundo y arrojarlo al abismo de la más profunda de sus crisis, hay que recordar que Fidel Castro advirtió ya en 1983 contra el fenómeno de la deuda externa, impagable e incobrable, inmoral y fraudulenta. Millones de puestos de trabajo y millones de vidas humanas se han perdido desde aquel comienzo de la crisis de la deuda externa, por no atender a las propuestas realistas y justas del entonces presidente de Cuba.
En 2007 aquél previno contra los planes norteamericanos de fabricar biocombustibles a partir del maíz y los alimentos, un plan auspiciado por el lobby de grandes empresas automotrices que venía a aumentar la legión de hambrientos y encarecer el precio de los alimentos. Ahora hay 1.020 millones de hambrientos en vez de los 840 millones de ese momento.
Fidel Castro hizo advertencias a favor del cuidado del Medio Ambiente y en contra del alienado estilo capitalista de producción y de consumo, que está produciendo el calentamiento global y el cambio climático. Ya en Eco-Río ‘92, hace 17 años, el líder cubano llamó a defender el Medio Ambiente y criticó a los gobiernos y monopolios internacionales que anteponen sus negocios y el lucro desmesurado al punto de contaminar los ríos, agotar los recursos no renovables, desertificar la tierra, recalentar el planeta y poner en riesgo la especie humana.
Por todos estos méritos y muchos más, propiciamos la candidatura de Fidel Castro al Nobel de la Paz en 2010.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Silvio el cumpleaños de la trova
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Hoy domingo veintinueve del mes once, a las predicciones amparadas por la cábala egipcia deberá sumarse una clarinada de alegrías grandes, menos grandes, pequeñas y diminutas, porque el cantor de los ángeles, las constelaciones, los unicornios y los héroes, amaneció de cumpleaños. A Silvio Rodríguez, ese trovador excepcional cubano, dedico estas líneas de Crónicas de Cuba.
Y que mejor regalo para Silvio y para nosotros que tenerlo aquí con su música en el día de su cumpleaños: canciones con las que crecimos y soñamos esta cuba nuestra.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Once días de películas, la embriaguez de la pantalla
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Ya casi comienza el 31 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. El próximo día 3 estré entre los primeros que sentados desde cualquier rincón del Chaplin o de cualquier otro cina, me embriagré de las buenas realizaciones latinoamericanas.
Al repasar la nómina de los largometrajes de ficción seleccionados para concursar en este festival, se advierte la presencia de obras de realizadores conocidos entre nosotros. De Argentina repiten Lucía Puenzo, que ya causó inquietud aquí dos años antes con XXY; Juan José Campanella, de quien se recuerda El hijo de la novia; e Israel Adrián Caetano, concurrente en el 2006 con Crónica de una fuga y antes con la recordada Un oso rojo.
Esta vez la Puenzo viene con El niño pez, basado en una novela que ella misma escribió sobre una relación sentimental tormentosa que desemboca en aires de thriller; Campanella, con El secreto de sus ojos y Ricardo Darín nuevamente a sus órdenes en una trama policial que tiene por telón de fondo el preludio de la más reciente dictadura militar; y Caetano, con Francia, una modesta producción acerca de una pareja de clase media con una hija que decide separarse, pero por razones económicas se ve obligado a convivir en la misma casa.
Ciertas expectativas levanta la presencia de Hotel Atlántico, de la brasileña Suzana Amaral, tercera película que filma en sus 20 años de carrera. En 1985 registró un clásico al llevar a la pantalla la novela de Clarice Lispector, La hora de la estrella. Ahora retoma un motivo literario, a partir de la novela homónima de Joao Gilberto Noll. En su país llamó la atención por el tono surrealista de la narración fílmica.
Los chilenos apuestan por La nana, de Sebastián Silva, que ya cosechó premios en el Festival Sundance, y luego en Lima y Huelva. Mientras los mexicanos confían en Viaje redondo, de Gerardo Tort, calificada por su director como "una película femenina, pero no feminista", y Backyard o El traspatio, de Carlos Carrera, que es la baza de la Academia de ese país para el venidero Oscar.
La cinta La teta asustada, de Claudia Llosa, es la esperanza peruana, como lo fue ya a principios de año en la Berlinale, donde se alzó con el Oso de Oro concedido por un jurado que apreció valores en una película que tiene por protagonista a una mujer que vivió los horrores de los enfrentamientos armados de los años ochenta.
Venezuela compite con Un lugar lejano, de José Ramón Novoa, la historia de Julián, artista que al saberse gravemente enfermo viaja para buscar el paisaje de una foto soñada, con lo que cambiará su vida para siempre.
También existen expectativas en torno a la selección de obras de países en los que hacer cine de ficción es una aventura heroica, como Bolivia (Zona Sur, de Juan Carlos Valdivia) y Uruguay (Hiroshima, de Pablo Stoll).
Recomendación personal: no deje de ver ninguna. Yo por mi parte, detendré todo y La Habana será mi gran película durante 11 días.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Gerardo y Cardenal... una historia desde la prisión
Imagen tomada por el fotógrafo de la prisión, el 30 de junio de 2009.
Había una vez un pajarito que se hizo amigo de un preso. Ambos estaban encarcelados en Estados Unidos, ambos compartían injusta prisión por defender a Cuba de acciones terroristas…
La historia comienza el 4 de junio de 2009, el mismo día de su cumpleaños, Gerardo Hernández tuvo noticias de aquella criatura. Se enteró por un preso de apellido Lira, que trabaja en la fábrica que está dentro de la prisión. Lira y un guardia limpiaban los techos con una potente manguera y sin querer o sin saber, destruyeron un nido que protegía a tres pichones. Dos de ellos murieron tras el golpe, pero uno quedó vivo. Eran tan pequeños que ni plumas tenían. Posiblemente estaban recién salidos del cascarón.
El guardia se conmovió y sintiéndose responsable, le permitió a Lira que se lo llevara escondido al interior de la prisión e intentara salvarlo. El preso llegó con el pajarito en la palma de su mano y sin saber qué hacer con él, comenzó a preguntar a otros presos. Alguien sugirió: “Preguntémosle a Cuba [como llaman a Gerardo los otros presos], que a él le gustan los animales y seguro sabe de eso”. Así fue que llamaron a Gerardo y él vino a la celda donde tenían al animalito.
La primera reacción de Gerardo fue silbar, imitando lo que él suponía hiciera la madre del pichón. Movió los dedos de las manos, como si fueran pequeñas alas. Milagrosamente, el pajarito abrió su pico. Gerardo comenzó a darle migas de pan y luego, introdujo sus dedos en el agua y dejó correr las gotas cayeran suavemente en el pico del pajarito.
Gerardo no quiso llevárselo a su celda, pero todos los días pasaba para alimentarlo. El problema era que al principio el pequeño no quería comer con nadie, salvo con Gerardo. Un día se le ocurrió ofrecerle al pajarito unas hilachas de pescado y después el bribón ignoraba las migas del pan. Comenzaron a crecer sus plumas y Gerardo le enseñó entonces a comer solo. Le ponía los trocitos de alimento en la palma de su mano y el pajarito venía con toda confianza.
Sin embargo, los presos estaban preocupados. En caso de inspección, el pequeño sería un problema. Como ya estaba más grande, lo sacaron la patio para que volara libre. El pajarito volaba un poco y regresaba al hombro de Gerardo. Cada vez que intentaba volar con otros pájaros, lo rechazaban a picotazos. Poco a poco ganó confianza. Gerardo entraba solo al pabellón donde vive, pero cuando salía otra vez al patio, el pajarito se asomaba también para verlo.
En una ocasión estaban muchos presos en el patio. Alguien le dijo a Gerardo que por ahí andaba el pajarito posado en los alambres de púas. Gerardo silbó y frente a todos los presos, el pequeño apareció de la nada y se posó en su hombro. Increíble. Todos hablaban de esta historia.
Al pajarito lo llamaban Cardenal, porque Gerardo le pintó las plumas de la cola con un marcador rojo, para distinguirlo de los demás. La pintura lo afectó un poco. El pajarito perdió las plumas de la cola, pero por breve tiempo. Después las recuperó, con su color natural. Sin embargo, el nombre se quedó: Cardenal.
En una ocasión otro preso encontró al pajarito en el patio con el pico abierto. Hacía mucho calor, tenía sed. Lo tomó y se lo dio a Gerardo. Él lo ocultó dentro de su gorra para entrarlo sin que lo vieran. Por supuesto, se dieron cuenta de que algo extraño tenía en la cabeza. “¿Qué tienes debajo de la gorra?”, y él dijo: “Nada”. Cardenal también respondió piando como loco. “No me digas que lo estás entrenando para llevarle mensajes a Fidel”, reaccionó uno de los guardias riéndose.
La historia no terminó todavía. Gerardo se lo llevó a su celda y le preparó un lugar para que se quedara allí. Jugaba con él, se le posaba en el hombro, en la cabeza. Cuando Gerardo estaba escribiendo, venía a entretenerlo y el cubano le daba una palmadita cariñosa, para que lo dejara tranquilo. Entonces Cardenal se escurría por la espalda hasta donde la mano amiga no podía alcanzarlo. A veces se acurrucaba en el cuello de la camisa del preso y allí se dormía. O picoteaba la oreja del amigo y cuando Gerardo sacudía la cabeza, Cardenal se mudaba a la otra oreja.
En una ocasión en que Gerardo había soltado a Cardenal, este voló hasta el comedor y aterrizó en el plato de un preso grande y fuerte que estaba comiendo un pedazo de pollo. El preso agarró al pajarito en sus manos para apretarlo y alguien le gritó: “No lo mates. Es de Cuba”. El grito lo tomó desprevenido. El hombre soltó a Cardenal y preguntó asombrado: “¿Y quién coño es Cuba?”
Gerardo en realidad estaba muy preocupado. A cierto guardia no le hacía ninguna gracia el pajarito. Durante una inspección, el guardia había obligado al preso a soltar a Cardenal y cerrar la puerta después. El pajarito regresó luego estropeado. Gerardo lo dejó unos días más en su celda para que se recuperara. Y en eso hubo un lockdown (incomunicación aplicada a todos los prisioneros) y siempre que hay lockdown hay registros.
Cuando Gerardo escuchó que estaban registrando por espacio que queda entre el piso y la puerta, lo empujó hacia afuera. Cardenal salió volando, dentro del pabellón donde está la celda de Gerardo. Al llegar el guardia, vio la caja donde vivía Cardenal. Gerardo le dijo que ahí vivía su amigo, por voluntad propia: “El problema es que yo lo saco para afuera, pero el pajarito vuelve; yo no tengo la culpa”. “Mira si te voy a creer que el pajarito va a volver”, le contestó el guardia, que hace el ademán de irse como diciendo: “estás loco”. Gerardo silbó dentro de su celda y el guardia se quedó frío viendo como regresaba el animalito. Sin equivocarse, Cardenal identificó el lugar de su amigo en la enorme galería de celdas del primer y segundo piso, todas exactamente iguales.
Cardenal llegó a la celda de Gerardo. Miró por la rendija, pero no pudo entrar (esto sucede durante lockdown). Allí se quedó quieto hasta que el mismo Gerardo, conmovido, abrió la ventanilla por donde meten la comida y Cardenó entró. Unos días después hubo otro registro. Cuando los guardias llegaron a la celda de Gerardo éste les dijo que tenía un pajarito, para que no se fueran a asustar si les volaba encima. Le dijeron que tenía que soltarlo, pero como ninguno de ellos lo podía agarrar, llevaron a Gerardo hasta la puerta del pabellón para que el mismo lo soltara. Como estaban en lockdown, Gerardo y el pajarito salieron por el pasillo escoltados por los guardias. Todos los presos los vieron a través de la rendija de sus celdas, y comenzaron a gritar: “Se llevan a Cuba y al pajarito al hueco” y comenzaron a golpear las puertas en protesta. El guardia gritó: “¡Cálmense! No lo llevo al hueco; solo vamos a dejar libre al pájaro.”
Esa fue la última vez que Gerardo vio a Cardenal. El lockdonw duró un mes sin que el pabellón se abriera. El cubano no pudo salir y Cardenal no pudo entrar. El pajarito había estado dentro de aquella dura prisión de alta seguridad desde el cumpleaños de Gerardo, el 4 de junio hasta el 16 de julio.
Y colorín colorado este cuento (que no es cuento) se ha acabado.
Había una vez un pajarito que se hizo amigo de un preso. Ambos estaban encarcelados en Estados Unidos, ambos compartían injusta prisión por defender a Cuba de acciones terroristas…
La historia comienza el 4 de junio de 2009, el mismo día de su cumpleaños, Gerardo Hernández tuvo noticias de aquella criatura. Se enteró por un preso de apellido Lira, que trabaja en la fábrica que está dentro de la prisión. Lira y un guardia limpiaban los techos con una potente manguera y sin querer o sin saber, destruyeron un nido que protegía a tres pichones. Dos de ellos murieron tras el golpe, pero uno quedó vivo. Eran tan pequeños que ni plumas tenían. Posiblemente estaban recién salidos del cascarón.
El guardia se conmovió y sintiéndose responsable, le permitió a Lira que se lo llevara escondido al interior de la prisión e intentara salvarlo. El preso llegó con el pajarito en la palma de su mano y sin saber qué hacer con él, comenzó a preguntar a otros presos. Alguien sugirió: “Preguntémosle a Cuba [como llaman a Gerardo los otros presos], que a él le gustan los animales y seguro sabe de eso”. Así fue que llamaron a Gerardo y él vino a la celda donde tenían al animalito.
La primera reacción de Gerardo fue silbar, imitando lo que él suponía hiciera la madre del pichón. Movió los dedos de las manos, como si fueran pequeñas alas. Milagrosamente, el pajarito abrió su pico. Gerardo comenzó a darle migas de pan y luego, introdujo sus dedos en el agua y dejó correr las gotas cayeran suavemente en el pico del pajarito.
Gerardo no quiso llevárselo a su celda, pero todos los días pasaba para alimentarlo. El problema era que al principio el pequeño no quería comer con nadie, salvo con Gerardo. Un día se le ocurrió ofrecerle al pajarito unas hilachas de pescado y después el bribón ignoraba las migas del pan. Comenzaron a crecer sus plumas y Gerardo le enseñó entonces a comer solo. Le ponía los trocitos de alimento en la palma de su mano y el pajarito venía con toda confianza.
Sin embargo, los presos estaban preocupados. En caso de inspección, el pequeño sería un problema. Como ya estaba más grande, lo sacaron la patio para que volara libre. El pajarito volaba un poco y regresaba al hombro de Gerardo. Cada vez que intentaba volar con otros pájaros, lo rechazaban a picotazos. Poco a poco ganó confianza. Gerardo entraba solo al pabellón donde vive, pero cuando salía otra vez al patio, el pajarito se asomaba también para verlo.
En una ocasión estaban muchos presos en el patio. Alguien le dijo a Gerardo que por ahí andaba el pajarito posado en los alambres de púas. Gerardo silbó y frente a todos los presos, el pequeño apareció de la nada y se posó en su hombro. Increíble. Todos hablaban de esta historia.
Al pajarito lo llamaban Cardenal, porque Gerardo le pintó las plumas de la cola con un marcador rojo, para distinguirlo de los demás. La pintura lo afectó un poco. El pajarito perdió las plumas de la cola, pero por breve tiempo. Después las recuperó, con su color natural. Sin embargo, el nombre se quedó: Cardenal.
En una ocasión otro preso encontró al pajarito en el patio con el pico abierto. Hacía mucho calor, tenía sed. Lo tomó y se lo dio a Gerardo. Él lo ocultó dentro de su gorra para entrarlo sin que lo vieran. Por supuesto, se dieron cuenta de que algo extraño tenía en la cabeza. “¿Qué tienes debajo de la gorra?”, y él dijo: “Nada”. Cardenal también respondió piando como loco. “No me digas que lo estás entrenando para llevarle mensajes a Fidel”, reaccionó uno de los guardias riéndose.
La historia no terminó todavía. Gerardo se lo llevó a su celda y le preparó un lugar para que se quedara allí. Jugaba con él, se le posaba en el hombro, en la cabeza. Cuando Gerardo estaba escribiendo, venía a entretenerlo y el cubano le daba una palmadita cariñosa, para que lo dejara tranquilo. Entonces Cardenal se escurría por la espalda hasta donde la mano amiga no podía alcanzarlo. A veces se acurrucaba en el cuello de la camisa del preso y allí se dormía. O picoteaba la oreja del amigo y cuando Gerardo sacudía la cabeza, Cardenal se mudaba a la otra oreja.
En una ocasión en que Gerardo había soltado a Cardenal, este voló hasta el comedor y aterrizó en el plato de un preso grande y fuerte que estaba comiendo un pedazo de pollo. El preso agarró al pajarito en sus manos para apretarlo y alguien le gritó: “No lo mates. Es de Cuba”. El grito lo tomó desprevenido. El hombre soltó a Cardenal y preguntó asombrado: “¿Y quién coño es Cuba?”
Gerardo en realidad estaba muy preocupado. A cierto guardia no le hacía ninguna gracia el pajarito. Durante una inspección, el guardia había obligado al preso a soltar a Cardenal y cerrar la puerta después. El pajarito regresó luego estropeado. Gerardo lo dejó unos días más en su celda para que se recuperara. Y en eso hubo un lockdown (incomunicación aplicada a todos los prisioneros) y siempre que hay lockdown hay registros.
Cuando Gerardo escuchó que estaban registrando por espacio que queda entre el piso y la puerta, lo empujó hacia afuera. Cardenal salió volando, dentro del pabellón donde está la celda de Gerardo. Al llegar el guardia, vio la caja donde vivía Cardenal. Gerardo le dijo que ahí vivía su amigo, por voluntad propia: “El problema es que yo lo saco para afuera, pero el pajarito vuelve; yo no tengo la culpa”. “Mira si te voy a creer que el pajarito va a volver”, le contestó el guardia, que hace el ademán de irse como diciendo: “estás loco”. Gerardo silbó dentro de su celda y el guardia se quedó frío viendo como regresaba el animalito. Sin equivocarse, Cardenal identificó el lugar de su amigo en la enorme galería de celdas del primer y segundo piso, todas exactamente iguales.
Cardenal llegó a la celda de Gerardo. Miró por la rendija, pero no pudo entrar (esto sucede durante lockdown). Allí se quedó quieto hasta que el mismo Gerardo, conmovido, abrió la ventanilla por donde meten la comida y Cardenó entró. Unos días después hubo otro registro. Cuando los guardias llegaron a la celda de Gerardo éste les dijo que tenía un pajarito, para que no se fueran a asustar si les volaba encima. Le dijeron que tenía que soltarlo, pero como ninguno de ellos lo podía agarrar, llevaron a Gerardo hasta la puerta del pabellón para que el mismo lo soltara. Como estaban en lockdown, Gerardo y el pajarito salieron por el pasillo escoltados por los guardias. Todos los presos los vieron a través de la rendija de sus celdas, y comenzaron a gritar: “Se llevan a Cuba y al pajarito al hueco” y comenzaron a golpear las puertas en protesta. El guardia gritó: “¡Cálmense! No lo llevo al hueco; solo vamos a dejar libre al pájaro.”
Esa fue la última vez que Gerardo vio a Cardenal. El lockdonw duró un mes sin que el pabellón se abriera. El cubano no pudo salir y Cardenal no pudo entrar. El pajarito había estado dentro de aquella dura prisión de alta seguridad desde el cumpleaños de Gerardo, el 4 de junio hasta el 16 de julio.
Y colorín colorado este cuento (que no es cuento) se ha acabado.
sábado, 21 de noviembre de 2009
En mi Cuba la locura es un arte
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Ayer pensé que el loco era yo. No daba pie a lo que mis ojos estaban viendo en las calles de la vieja Habana de los cubanos. La locura se adueñó de los adoquines de la ciudad y se convirtió en arte cuando pacientes psiquiátricos escenificaron una insólita obra de teatro dirigida por un dramaturgo francés, que busca restaurar la autoestima de los enfermos y hacer “teatro de calidad”.
El actor y director francés Serge Sandor estrenó “El Caballero de París”, una obra basada en la vida del emigrado español José María López Lledín, quien enloqueció y sus andanzas por la ciudad lo convirtieron en parte de la leyenda urbana del siglo pasado en La Habana.
“Lo bueno de esto es que ellos redescubrieron un poco el ego, el narcisismo que habían perdido muchos, descubirieron la vida social”, dijo Sandor a Reuters, minutos antes de estrenar su obra.
La puesta en escena, que reúne a cerca de 200 enfermos de dos clínicas de la capital cubana, abre con un cortejo fúnebre en que participan desde ancianos con síndromes depresivos hasta esquizofrénicos, neuróticos y enfermos aquejados de síndrome de down.
“La idea no es hacer un teatro de bajo nivel, la idea es que debemos lograr muy buen nivel de actuación”, dijo Sandor. Para ello, los pacientes participaron en talleres de actuación y expresión corporal, impartidos por actores cubanos.
Una mula llevaba el féretro del legendario personaje, en cuya marcha fúnebre iba escoltado por enfermos mentales, a menudo acompañados de enfermeros y asistentes durante la procesión de casi una hora hasta llegar a la sala de teatro.
Ernesto Maseda, de 65 años y paciente psiquiátrico que protagoniza el Caballero de París, dijo que la obra es una gran oportunidad.
“Yo me he sentido bastante realizado (…) Me siento bastante bien y contento que haya podido interpretar a un personaje tan histórico”, dijo Maseda, después de contar que su anhelo siempre ha sido actuar.
viernes, 20 de noviembre de 2009
Tren Hershey, memoria sobre ruedas
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Crónicas de Cuba trae este pequeño texto e imágenes. las imágenes son parte de la historia de Cuba. Para los cubanos que no estén apurados, el tren eléctrico de Hershey, que lleva el nombre del famoso chocolatero estadounidense que lo mandó a construir hace un siglo, sigue siendo una buena opción.
Por 2,80 pesos contra 34 pesos en ómnibus (0,11 centavos contra 1,36 dólares), un cubano puede recorrer los 98 km que separan a La Habana de la provincia de Matanzas en el tren de dos coches que, a mitad de camino, pasa por el pueblito de Hershey, donde el empresario norteamericano hizo construir en 1916 un ingenio de azúcar, hoy abandonado.
Según el horario, el viaje, aderezado con 47 paradas, dura cuatro horas.
Los dos vagones datan de 1944 y fueron donados en 1997 por la ciudad española de Barcelona a Cuba.
De los 17 coches que tenía el tren en su juventud, a principios de los años 20, quedan tres “auténticos” construidos en 1917 en Pensilvania (Estados Unidos, noreste), sede del grupo Hershey.
Dos de esos coches ruedan “sólo por encargo” sobre una veintena de kilómetros para grupos de asombrados y entusiastas turistas del primer mundo.
Milton S. Hershey (1857-1945) compró más de 24 200 hectáreas de campos de caña de azúcar para la fabricación de su famoso chocolate con leche. La puesta en marcha de la red ferroviaria de 140 km le permitió transportar mercancías y, a partir de 1920, pasajeros, incluidos sus empleados.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el grupo Hershey vendió el ingenio, la red ferroviaria y sus cañaverales a la Cuban-Atlantic Sugar Company, la cual los revendió en 1957 al magnate azucarero Julio Lobo.
Al Triunfar la Revolución, el tren fue nacionalizado.
martes, 10 de noviembre de 2009
Organiza Raúl Paz concierto en La Habana para apoyar reconstrucción de escuelas en Pinar del Río
Como parte del proyecto Escuelas contra huracanes que reconstruye centros estudiantiles en Pinar del Río afectados por el paso de los huracanes, el cantautor Raúl Paz está organizando un concierto internacional en La Habana para el próximo 20 de noviembre. En elenco estarán, además del propio Paz, los franceses Noah y Pagny; de España, Rosario Flores, la Mary de Chambao y probablemente Joaquin Sabina, si sus compromisos de trabajo se lo permiten, de acuerdo con una información a la que tuvo acceso Crónicas de Cuba.
El proyecto Escuelas contra huracanes se financia con estos conciertos y el apoyo de la UNICEF en Cuba, “que tiene un programa de rehabilitación de escuelas en Cuba y de ayuda a los damnificados de los ciclones, podríamos ayudar de cierta manera. Esto salió de forma espontánea, y se ha vuelto ya un programa real apoyado por este organismo internacional”, afirmó Paz. Ya tuvo lugar en París el primero de estos conciertos, que se celebró el 27 de mayo de 2009 en el Grand Rex, un teatro con capacidad para cerca de tres mil personas, al cual asistieron Yael Naim, Joakim Noah, Florent Pagny, Agnes Jaoui, Zazie, Bernard Lavilliers, y los músicos cubanos X Alfonso, Ernán López-Nusa y el propio Paz.
En Sevilla, España, están organizando un nuevo concierto para el tres de diciembre en el que participarán Rosario Flores, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina.El 20 de noviembre, al cumplirse veinte años de celebrada la Convención sobre los Derechos del Niño, el Karl Marx acogerá a los artistas internacionales y cubanos que han brindado su tiempo y arte para el proyecto Escuelas contra huracanes, entre los que se encuentran además de Paz, Kelvis Ochoa y David Torrens.
domingo, 8 de noviembre de 2009
Vida ¿secreta? de Fidel Castro
"Obama es conmovedor y también puede ser irónico", es "un hombre que muestra gran inteligencia, con el don de la escritura y evidentemente buenos valores. Pero está limitado en lo que puede hacer. Está atado por los intereses creados", ha señalado Fidel.
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Como otras tantas veces la prensa occidental dedica páginas completas a los chismes y rumores sobre la supuesta “vida secreta” del líder de la Revolución cubana. Sin embargo, entre tanta hojarasca encontré a un Fidel íntimo, sencillo, como cualquiera de sus coterráneos isleños, alejado de la opulencia que le adjudican sus enemigos y dedicado por entero a su incansable voracidad por la lectura y a escribir la columna “Reflexiones del compañero Fidel”.
Fragmentos tomados de El País, de España
"Fidel recibe en su casa a más gente de la que sale en la prensa. Lo que ocurre es que no se le da publicidad por razones de discreción y de deferencia con los visitantes". Las reuniones de Castro con dignatarios y amigos extranjeros son cada vez más frecuentes, pero aun así sólo representan "pequeños momentos" en la rutina de Fidel, señalan las fuentes. "La mayor parte del tiempo Castro lo pasa rodeado de su familia, dedicado a la lectura y tomando notas o escribiendo sus reflexiones". A sus 83 años, el líder cubano hace ejercicio cada mañana como parte de su rehabilitación pero también por mantener la forma física. Raúl Castro ha dicho en alguna ocasión que su hermano dedica dos horas diarias al ejercicio físico.
…(Atilio) Borón recuerda que Castro lo recibió a principios de marzo con pantalón corto azul y chaqueta de chándal deportivo. "Se le veían piernas muy robustas", lo que a su juicio era una demostración de que estaba "siendo muy disciplinado en los ejercicios de su recuperación", según declaró al diario Clarín.
Otro rito matinal del Comandante es la lectura de los teletipos e informaciones de prensa, que incluyen todo lo que se publica en el mundo sobre Cuba, más las principales noticias de actualidad, organizadas por secciones o atendiendo a sus intereses en cada momento. "Estamos hablando de una selección de centenares de páginas", dice alguien que conoce esos resúmenes. "Fidel debe ser una de las personas mejor informadas del mundo", ha contado García Márquez, quien el año pasado compartió una larga comida, con vino y tertulia, con su viejo amigo.
Stone, Landau y Atilio Borón son algunas de las personas que recientemente han entrado al mundo privado de Fidel y han arrojado algo de luz sobre cómo es su universo íntimo. Landau es quizás quien mejor ha descrito el ambiente en una serie de artículos aparecidos en la publicación norteamericana Progreso Semanal.
Cuenta el cineasta que llegó a su casa "por un camino exuberante de flora tropical verde" y que en la casa aguardaban junto a Castro "muchachos entre ocho y veintitantos años (nietos)" y "algunos adultos mayores, incluyendo a su hijo menor y a su esposa Dalia". Vio "una modesta y bien atendida casa de cuatro habitaciones" y a un Castro en buena forma.
El cineasta quedó impresionado por el sistema de trabajo de Castro. "Nos mostró ordenadas pilas de libros, revistas y periódicos", también libretas con apuntes ordenadas por temas y perfectamente clasificadas. Cuando lo visitó trabajaba con un libro del premio Nobel de Economía Paul Krugman. También le dijo que se había leído todo lo escrito por Barack Obama y le enseñó un ejemplar de sus memorias Los sueños de mi padre (1995), en una edición en español de la editorial Debate.
Landau refiere que tenía el ejemplar subrayado y con notas al margen en casi todas sus páginas. "Obama es conmovedor y también puede ser irónico", le dijo Castro, para después añadir: es "un hombre que muestra gran inteligencia, con el don de la escritura y evidentemente buenos valores. Pero está limitado en lo que puede hacer. Está atado por los intereses creados". Landau hizo una pausa en la charla para ir al baño. "En el camino vi el comedor, amueblado con gusto, pero sin señales de pompa o lujo. La casa se veía y sentía como un lugar cómodo para vivir y fácil de mantener", cuenta.
Similar impresión le causó a Borón, que encontró a Castro "feliz" y "relajado" por no estar en el poder. Reveló que sus contactos con funcionarios "se limitan a algún que otro encuentro con Raúl", algo que confirman fuentes de este diario. "En verdad está dedicado al estudio. Ya no se ocupa de la gestión gubernamental ni de la política diaria, aunque Raúl le consulta los temas más importantes y está al tanto de los movimientos de cuadros de más relevancia", indica alguien cercano al poder.
En un momento de su conversación con Landau, Castro habló del poder con increíble distancia. "Yo fui un político", dijo. El cineasta se rió de la exageración "del año". Más cerca de la realidad, a Oliver Stone le confesó, en un buen resumen de su pensamiento: "El problema de la humanidad es sobrevivir a la sociedad de consumo".
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El inoxidable Fidel Castro
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Este fin de semana nuevas fotos del líder de la Revolución Cubana salen a la luz pública. Su salud es envidiable: mensaje directo para los "perretuos" de enfrente que se comen el hígado con estas imágenes. La revista Paris Match ha publicado un fotorreportaje dedicado a Fidel, con una serie de fotos de Rose Serra, enviada especial a La Habana, a las que ha tenido acceso "Crónicas de Cuba". Fidel aparece en la sala de su casa, con magnífico semblante, conversando con el cineasta Oliver Stone y leyendo un libro de Barack Obama. El título del fotorreportaje es “Castro el inoxidable”, con un epígrafe que dice “El más antiguo de los revolucionarios le ofrece a Occidente su rostro humano”. Stone, quien visitó a Fidel a inicios de año, contó que quedó impresionado por el sistema de trabajo de Castro. “Nos mostró ordenadas pilas de libros, revistas y periódicos”, también libretas con apuntes ordenadas por temas y perfectamente clasificadas. Paris Match comentó en su reportaje que “para alguien a quien la prensa occidental estaba dispuesta a enterrar hace poco, Fidel Castro, con 83 años, se encuentra en plena forma”. Es la prueba de que “los médicos cubanos hacen maravillas”
viernes, 6 de noviembre de 2009
El Aute de Cuba
Por si a alguien le queda dudas de este encuentro
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Luis Eduardo Aute estuvo en Cuba, cantó en "Paz sin Fronteras" y le regaló una deliciosa entrevista a "La Calle del Medio", se las recomiendo. Sé de amigos(as) que hubieran matado por este diálogo del que fui testigo, no protagonista como me hubiera gustado —claro periodista al fin— pero por aquello de dar un poco de envidia y darme "vitilla" lo cuento tal cual.
Como en el cuento de "Matojo no nada, nada" que quería ir de todas todas en la delegación de unos juegos deportivos representando a su país, cuando escuché en mi redacción de la entrevista con Aute pregunté: -¿Y qué hace falta, un periodista?, la respuesta fue tajante y a coro: ¡Ya tenemos periodista! ¡Necesitamos un nadador!, le gritaron a Matojo, lo mío fue distinto, demandaban, ¡Un fotógrafo! Pero bueno como lo de tirar fotos se me da como nadar, ahí más o menos, pues me dije, arriba que para luego es tarde.
Cámara en mano —yo con pinta muy profesional, se los confieso—, como si esa hubiera sido mi profesión de toda la vida y envalentonado con las 1248 fotos que había tirado 24 horas antes en el Paz sin Fronteras con una super cámara prestada, pues me hice dueño —sin pena— del salón donde nos llevaron. A las preguntas insistentes de cuál era el mejor lugar para la entrevista, por lo de la luz, le respondí a Aute que donde más cómodo se sintiera. Todo un "gentleman" del lente.
Y allí, entre bocanada y bocanada de unos cigarrillos que encendía uno tras otro el entrevistado y los sorbos por momentos de un buen licor criollo, Luis Eduardo Aute me fue descubriendo al ser humano que se refugia en las canciones que escuchaba en la escuela al campo cuando la mitad del campamento estaba melancólico y apelaban a los temas trasmitidos de una generación a otra, en tiempos de apagones del período especial, para enamorar a la luna con "Pasaba por aquí", "De alguna manera" y "Las cuatro y diez", entre muchas otras de este trovador.
Sus posiciones hacia Cuba, sus ámbitos creativos en la plástica, la escritura y hasta el cine, así como su relación con la música trovadoresca de la Isla y sus principales figuras, su gen isleño que lo une a Cuba por haber nacido en Filipinas, fueron algunos de los muchos temas de los que se conversó esa tarde. Fue entonces, en el minuto en que hablaba de sus pasiones que hizo una pausa, me miró fijo y a través del lente reparé que hablaba conmigo y me confesó directamente que le fascinaba la fotografía a la antigua, no la moderna digital, sino la del cuarto oscuro para revelar, de cuya penumbra van naciendo poco a poco las siluetas de la alquimia de los fotógrafos.
Si algo me quedó bien claro es que Luis Eduardo Aute es de Cuba. Sus ademanes sin la más simple sombra de la gradilocuencia histriónica que caracteriza a algunos artistas describió su vida, de donde vino y lo que es. A sus años le han salido canas, pero sus manos, las de un artesano de la canción, conservan la suavidad de cuando comenzó a desentonar con una guitarra que le habían regalado.
Y ya cuando llevaba rato cambiando de ángulos, primero de frente, luego de lado, más allá un plano cerrado, por detrás de la oreja, hasta los ángulos imposibles, con tal de que quedara al menos una buena foto, decidí sentarme en el piso a ver qué lograba desde allí y recibí desde la humildad de quien recibe clases, grandes lecciones de vida. Pensé muy a lo español: ¡Este tío es la leche!, lleva a Cuba en la sangre. Es un cubano más.
Un regalo en imagen los que siguen a Aute
El hombre desenfadado que es
Aute desde su mirada
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
Luis Eduardo Aute estuvo en Cuba, cantó en "Paz sin Fronteras" y le regaló una deliciosa entrevista a "La Calle del Medio", se las recomiendo. Sé de amigos(as) que hubieran matado por este diálogo del que fui testigo, no protagonista como me hubiera gustado —claro periodista al fin— pero por aquello de dar un poco de envidia y darme "vitilla" lo cuento tal cual.
Como en el cuento de "Matojo no nada, nada" que quería ir de todas todas en la delegación de unos juegos deportivos representando a su país, cuando escuché en mi redacción de la entrevista con Aute pregunté: -¿Y qué hace falta, un periodista?, la respuesta fue tajante y a coro: ¡Ya tenemos periodista! ¡Necesitamos un nadador!, le gritaron a Matojo, lo mío fue distinto, demandaban, ¡Un fotógrafo! Pero bueno como lo de tirar fotos se me da como nadar, ahí más o menos, pues me dije, arriba que para luego es tarde.
Cámara en mano —yo con pinta muy profesional, se los confieso—, como si esa hubiera sido mi profesión de toda la vida y envalentonado con las 1248 fotos que había tirado 24 horas antes en el Paz sin Fronteras con una super cámara prestada, pues me hice dueño —sin pena— del salón donde nos llevaron. A las preguntas insistentes de cuál era el mejor lugar para la entrevista, por lo de la luz, le respondí a Aute que donde más cómodo se sintiera. Todo un "gentleman" del lente.
Y allí, entre bocanada y bocanada de unos cigarrillos que encendía uno tras otro el entrevistado y los sorbos por momentos de un buen licor criollo, Luis Eduardo Aute me fue descubriendo al ser humano que se refugia en las canciones que escuchaba en la escuela al campo cuando la mitad del campamento estaba melancólico y apelaban a los temas trasmitidos de una generación a otra, en tiempos de apagones del período especial, para enamorar a la luna con "Pasaba por aquí", "De alguna manera" y "Las cuatro y diez", entre muchas otras de este trovador.
Sus posiciones hacia Cuba, sus ámbitos creativos en la plástica, la escritura y hasta el cine, así como su relación con la música trovadoresca de la Isla y sus principales figuras, su gen isleño que lo une a Cuba por haber nacido en Filipinas, fueron algunos de los muchos temas de los que se conversó esa tarde. Fue entonces, en el minuto en que hablaba de sus pasiones que hizo una pausa, me miró fijo y a través del lente reparé que hablaba conmigo y me confesó directamente que le fascinaba la fotografía a la antigua, no la moderna digital, sino la del cuarto oscuro para revelar, de cuya penumbra van naciendo poco a poco las siluetas de la alquimia de los fotógrafos.
Si algo me quedó bien claro es que Luis Eduardo Aute es de Cuba. Sus ademanes sin la más simple sombra de la gradilocuencia histriónica que caracteriza a algunos artistas describió su vida, de donde vino y lo que es. A sus años le han salido canas, pero sus manos, las de un artesano de la canción, conservan la suavidad de cuando comenzó a desentonar con una guitarra que le habían regalado.
Y ya cuando llevaba rato cambiando de ángulos, primero de frente, luego de lado, más allá un plano cerrado, por detrás de la oreja, hasta los ángulos imposibles, con tal de que quedara al menos una buena foto, decidí sentarme en el piso a ver qué lograba desde allí y recibí desde la humildad de quien recibe clases, grandes lecciones de vida. Pensé muy a lo español: ¡Este tío es la leche!, lleva a Cuba en la sangre. Es un cubano más.
Un regalo en imagen los que siguen a Aute
El hombre desenfadado que es
Aute desde su mirada
martes, 3 de noviembre de 2009
Misión Cuba Adentro
La medicina cubana llega con éxito a decenas de países, desafiándolo todo, una vocación aprendida en suelo patrio, lo mismo en las ciudades que en la serranía.
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
"No son estas las montañas bolivianas, ni viajamos hacia uno de los pueblos escondidos Venezuela adentro, pero llegar a Arroyo Seco, que es uno de los parajes más recónditos de la geografía holguinera, supone encontrar también aquí, a un grupo de médicos que cumplen su misión cerca de casa", así comienza la crónica del periodista Abdiel Bermudez de Tele Cristal en Holguín, sobre el trabajo excepcional que realizan los médicos cubanos en su propio país.
Y retomo este material, primero que nada para aplaudir la sapiencia de Abdiel en traer este tema a la agenda de los medios de comunicación cubanos. Es una verdadera misión internacionalista la labor de los galenos del patio para llevarle salud a los pobladores de las más intrincadas zonas de Cuba.
- Vea el reportaje: Voluntad y deber desafían las serranías holguineras
lunes, 2 de noviembre de 2009
El celular
En la bitácora de navegación de "Crónicas de Cuba" me han dejado este pasaje de la Cuba de hoy. De más decir que he vacilado un montón este comentario del colega y amigo holguinero Jorge Luis Cruz, buen comunicador y cuasipadre responsable. Los dejo pues con esta sugerencia.
por Jorge Luis Cruz B.
Yo no tengo celular. Aunque eso en mí no es noticia, pues a decir verdad jamás he tenido demasiado acceso a eso que llaman tecnología de punta, ni a casi nada con esa forma. A Windows lo conocí cuando ya iba por el 98 y pasó mucho tiempo antes que me presentaran el Office 2000, mientras el Xp sigue siendo para mi computadora como el Príncipe Azul para la Bella Durmiente.
Muchas veces he culpado al karma. Durante el Pre llegaba casi siempre tarde a la moda por razones completamente ajenas a mi voluntad, y en más de una ocasión en la universidad llegué a pensar que definitivamente me había caído del mundo y no lograba encontrar la puerta de entrada.
Ejemplo es que ya estamos en la era de los MP4 y yo lo más cerca que he estado de un MP3 fue cierta vez que fui a la agricultura en un KP3 y otra en que me mandaron a hacer un reportaje a la KTP, aunque algo me dice que no es lo mismo.
Cuando hace algunos años logré hacerme por fin de un VHS ya surcábamos la era del VCD; cuando ya casi tenía el dinero para uno, me preguntaron que por qué mejor no compraba un DVD; seguí el consejo y cuando por fin reuní lo suficiente, me tiraron un cubo de agua fría: “¡bah! ese no tiene entrada USB”.
Con tanto cambio tecnológico no puede la economía de nadie y menos la de alguien que todavía conserva el proyector ruso sobre el closet; guarda los vasos desechables en el aparador; pone a convivir los cubiertos plásticos con los de acero inoxidable, conserva un juego de dominó que le falta el doble cinco y se pasó toda la beca jugando con un mazo de cartas que entre las barajas tenía un cartonsito con una lacónica inscripción: “este es el 3 de bastos”. Quizás por eso ante tanta indecisión tecnológica, terminé tomando una decisión sabia y determinante para mis ahorros: canastilla.
Pero bueno, tampoco digo que sea un tecno-fóbico convencido, al contrario. Me encanta “estar en la última” (algo que para los cubanos es virtualmente lo opuesto) y tener “lo que tenía que tener” como decía el buen Guillén.
Ejemplo es que sigo deseando un celular, aunque sólo sea para ver la hora de vez en cuando o de agenda electrónica ocasional, como el de Pepito un socio mío de la Secundaria a quien encontré por casualidad el otro día.
Gracias a él pensé que por fin iba a estar más cerca de portar en la cintura uno de esos geniales inventos. No es que Pepito (o casi Don Pepe) me fuera a comprar alguno en un rapto de eterna gratitud por alguna que otra frase susurrada en sus oídos en momentos en que él sudaba copiosamente frente al pizarrón con una tiza en la mano. No. Mis conclusiones partían de que si Pepito jamás llegó a enterarse en las clases de Biología de que la célula estaba formada por núcleo, membrana citoplasmática, mitocondrias, vacuolas, etc y ya andaba con un celular en la cintura, el mío debía de venir en camino; por santa lógica, diría yo.
Al principio me preocupé. Había leído tanto del cáncer producido por causa del uso reiterado del celular, que llegué a temer por la vida de Pepito. Afortunadamente pude disfrutar de su poder de síntesis ante la llamada desesperada de su mujer por la caída de la niña en la casa: “te llamo pa’ lla”, al tiempo que salía disparado para “el público” de la esquina. Decididamente de aquí a que Pepito muera de cáncer por esa causa van a pasar unos cuantos años más.
Lo que sí me disgustaron fueron los cambios de celulares (como medulares, pero más profundos) que advertí en Pepito: pese a su gordura, ahora usaba la ropa por dentro, cuando nos sentamos a conversar, primero colocó el celular sobre la mesa y después se sentó él, para piropear a las muchachas lo hacía invariablemente con la mano en la cintura, y si tenía que sacar alguna cuenta, aunque fuera 2 por 2, se servía del útil inventico. El colmo fue que tuve que asistir a una sesión de fotos de media hora antes de que él apuntara mi número en su celular para que junto con la cancioncita saliera también mi imagen en la pantalla.
De la conversación con Pepito salí igual de entusiasmado con tener un celular, pero también más convencido de que cuando lo tenga, no va a ser para mí, como para él, un modo de vida, pues quizás de aquí a algunos años el celular estará también junto al proyector ruso sobre el escaparate, y yo muriéndome de la pena por lo ridículo que alguna vez fui.
Se alquila bloguera... preferiblemente que empiece con Y
Vestida de alemana, a lo "Agente Encubierto" en el debate del jueves.
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
"Se alquila bloguera... preferiblemente que empiece con Y", eso sí caballero, que me salga barata que el salario no alcanza para todo. Por favor que alguien me garantice que es de calidad y tenga influencia si no, pues no hay trato.
Espero que me salga rápido algo porque sé donde buscar. Ya me la recomendaron y me imagino que se me de rápido con poco de plata. Se llama "DE"GENERACIÓN Y" y me aseguraron que la Yoani es barbara para la actuación. Eso sí, lo mejor de todo para mi blog es que me puedo beneficiar de la visibilidad del Blog de Yoani que está construido a base de premios fraudulentos. Eso de los premiso me cuadra. La expresión sería: ¡¡¡WAO!!!, no hay nada como una bloguera alquilada, bien pagada y con cuenta en un banco en España.
Leer más sobre Yoani Sánches y "DE"generación Y
Vea video de el último berrinche manipulador de Yoani a Radio Martí y la intervención completa de Rosa Miriam Elizalde en el debate sobre "Internet en Cuba" que realizó la revista Temas el jueves último.
por JORGE LEGAÑOA ALONSO
"Se alquila bloguera... preferiblemente que empiece con Y", eso sí caballero, que me salga barata que el salario no alcanza para todo. Por favor que alguien me garantice que es de calidad y tenga influencia si no, pues no hay trato.
Espero que me salga rápido algo porque sé donde buscar. Ya me la recomendaron y me imagino que se me de rápido con poco de plata. Se llama "DE"GENERACIÓN Y" y me aseguraron que la Yoani es barbara para la actuación. Eso sí, lo mejor de todo para mi blog es que me puedo beneficiar de la visibilidad del Blog de Yoani que está construido a base de premios fraudulentos. Eso de los premiso me cuadra. La expresión sería: ¡¡¡WAO!!!, no hay nada como una bloguera alquilada, bien pagada y con cuenta en un banco en España.
Leer más sobre Yoani Sánches y "DE"generación Y
Vea video de el último berrinche manipulador de Yoani a Radio Martí y la intervención completa de Rosa Miriam Elizalde en el debate sobre "Internet en Cuba" que realizó la revista Temas el jueves último.
sábado, 31 de octubre de 2009
El blog que nace
JORGE LEGAÑOA ALONSO
Cual bitácora en alta mar, este cuaderno de crónicas recoge la navegación de la Isla en las cálidas y a veces turbulentas aguas del Caribe: el rumbo de nuestra nave, los acontecimientos a bordo, el olor a tierra firme, la velocidad con la que nos movemos y quien sabe cuántas cosas más.
Alejo Carpentier definía al periodista como el cronista de su tiempo que recoge la participación inmediata del acontecimiento. Hacia allí enrumbamos la proa de “Crónicas de Cuba”.
Y más adelante señalaría (...) “el periodismo es una maravillosa escuela de flexibilidad, de rapidez, de enfoque concreto, además de que todo buen periodista maneja el adjetivo con un virtuosismo que a veces no tiene el novelista detenido sobre sus cuartillas, ya que todo buen periodista dispone del adjetivo contundente, del epíteto justo ante una situación dada, al estar en estimulante relación con lo cotidiano e inmediato.”
(...) “Suele decirse, cuando se juzga ligeramente nuestra profesión, que el artículo periodístico se lo lleva el viento. Que nacido por la mañana muere en el crepúsculo y mañana habrá que hacer otro y pasado otro, y al fin del año serán trescientos y tantos artículos lo que habrá llevado el viento. No es cierto, porque el periodista es una forma de historiador. (...) El periodista es el novelista del futuro.”
Con estas premisas del hombre de “lo real maravilloso” y claro, sin pretensiones altaneras, nace esta bitácora, este blog que será de todos porque cohabitarán las anotaciones de todo aquel que desde la crónica de cada día pinte la Cuba de Hoy, lo mismo desde el P-1 o el almendrón que perdiendo la suela en las enrevesadas calles de la vida cubana. Eso sí, advierto que vamos hacia los sucesos cotidianos, las palpitaciones de esta, mi Cuba, a la que miro desde el prisma de lo contemporáneo.
Aquí van los primeros pasos. Bienvenidos…
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